¿Cómo buscamos el equilibrio a través del Feng Shui?
Un desequilibrio energético en los espacios que habitamos nos puede traer complicaciones, como dormir mal, tener discusiones constantes, contraer enfermedades, problemas económicos, etc.
El Feng Shui lo que trata es que las energías que se mueven por nuestro hogar, empresa, puesto de trabajo, etc. sean energías “Sheng Qi” o sea, energías favorables o positivas.
El Yin y el Yang, representan dos polaridades opuestas, como los dos polos de un imán y los cinco elementos son la representación simbólica de cinco fases distintas del Qi (energía).
Teniendo en cuenta estos conceptos para buscar el equilibrio en nuestros hogares debemos buscarlo en los cinco elementos y en el Ying y el Yang.
En Feng Shui siempre se toma como base importantísima el orden, la limpieza y el vacío. Antes de buscar el equilibrio entre los cinco elementos se tiene que hacer un buen vacío y tener orden y limpieza, porque sino sería como plantar en tierra seca y desnutrida, y querer obtener buenos frutos.
Vamos a tomar como ejemplo la fotografía de este post, en ella vemos una habitación muy ordenada, muy limpia, con una estética cuidada y con luz natural como se puede apreciar, cosas todas ellas muy buenas desde la perspectiva del Feng Shui.
Ahora bien ¿hay equilibrio en esta habitación? Es evidente que hay un elemento que sobresale notablemente, y otros que o no están, o son prácticamente imperceptibles.
Si esta habitación sólo tuviera la función de despacho, no estaría tan mal que predominara el elemento metal, porque el metal trae perfección, determinación, voluntad, precisión, dotes para dirigir, orden, limpieza, todas estas cualidades son buenas para una empresa, un despacho, etc.
Pero como podemos observar en la fotografía se ven los pies de una cama por lo que este es un espacio compartido de trabajo y descanso.
Como ya explicamos en el post a la hora de irse a dormir hay que separar el espacio de trabajo (Yang), del de descanso (Yin), por eso es conveniente poner por ejemplo un biombo, para separar esas dos energías tan distintas.
Además, esos colores para un dormitorio no son los más propicios, es mejor decantarse por colores más suaves y cálidos que nos trasmitan calma y relax, como los colores tierras, beige y tonos pastel.
El dormitorio debe tener un aspecto tranquilo, acogedor, suave, que invite al descanso, evitando los colores demasiado fuertes o fríos, y las formas excesivamente agresivas o dinámicas.
Para encontrar el equilibrio en una estancia se debe tener en cuenta entre otras cosas, que tipo de actividad se va a llevar acabo en ella.
Espero caminantes que encontréis vuestro equilibrio y el de vuestro hogar.
